Rechazamos la violencia desmedida y sistemática de la policía y la fuerza pública contra las manifestaciones legitimas del pueblo colombiano y los pueblos étnicos en el marco de las protestas pacíficas del actual paro nacional. Repudiamos las violencias ejercidas contra las mujeres, incluida la violencia sexual por parte de fuerzas del estado, y expresamos la necesidad de que se detengan de inmediato estas violencias basadas en género. Requerimos el cese inmediato de la represión y violencia y exigimos garantías efectivas para el ejercicio legítimo del derecho a la movilización y protesta pacífica.

Expresamos nuestra condolencia a las familias de todas las víctimas de esta violencia, nos solidarizamos con sus familias, exigimos que todos los perpetradores de estos crímenes rindan cuentas ante la justicia y sean pronta y debidamente castigados, y las víctimas de estas graves violaciones a los derechos humanos sean reparadas integralmente. Concertar la reforma y depuración de la fuerza pública y la policía es un imperativo moral y de justicia de inmediato cumplimiento.

Reconocemos el valor de las y los jóvenes y estudiantes del país en todas las regiones, en especial de la resiliente juventud afrodescendiente, quienes han permanecido en las primeras líneas de la resistencia ante la violencia estatal que se ha venido impunemente perpetuando en el marco de las actuales y legitimas protestas.

Saludamos el esfuerzo de todos los procesos participativos de los sectores y regiones en Asambleas Populares en el camino de unir las orillas encaminado a una plataforma que conduzca a recoger las demandas que todos los sectores manifiestan en el país a pesar de la manifiesta falta de voluntad política del Gobierno Nacional para buscar una solución real y los cambios estructurales que requiere la sociedad colombiana para superar las condiciones de desigualdad, miseria, exclusión y violencia a la que nos ha sometido la falta de liderazgo de las elites y las clases políticas que han controlado los destinos del Estado y la economía de este país.

Instamos al Gobierno Nacional a desarrollar un diálogo social, real y constructivo para buscar una solución urgente a esta crisis y definir una agenda de reformas para transformar esta desigual y racista sociedad en una que sea democrática, incluyente y que reconozca la diversidad étnica que integra el país.

Expresamos nuestra profunda preocupación por la falta de implementación del Acuerdo de Paz, especialmente la falta de implementación del Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz, incumplimiento que entendemos como causa fundamental del malestar social que actualmente ha sumido en esta profunda crisis al país. Instamos al Gobierno Nacional a implementar sin más dilación el Acuerdo de Paz y su Capítulo Étnico.

Destacamos la importancia de la comunidad internacional, las Naciones Unidas para acompañar el diálogo de país que requerido para lograr por medios pacíficos la superación de esta aguda crisis. Reconocemos la importancia de la CIDH en este marco y reiteramos la importancia de su reciente visita al país.

Solicitamos la urgente participación de los pueblos étnicos, en especial del pueblo negro-afrodescendiente, en este diálogo nacional y su imperiosa participación en el Comité Nacional del Paro y demás instancias de concertación y diálogo requeridas para superar este crítico momento. La participación de estudiantes y jóvenes reconociéndolos como grandes aportantes a la solución de la actual situación es central para los cambios que se requieren.

En este contexto hemos tomado la imperiosa decisión de impulsar con urgencia una cumbre política del pueblo negro afrocolombiano. Seguiremos impulsando además acuerdos humanitarios para mitigar los efectos del conflicto y la guerra en nuestras comunidades y territorios.

Como Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano instamos al Comité Nacional del Paro a que los avances del proceso de negociación con el Gobierno Nacional sean de público conocimiento para todos y todas las colombianas posibilitando la participación de todos los sectores en el espíritu de construir una agenda de país con el Gobierno Nacional para así superar rápida y decididamente esta grave crisis y construir el país justo, próspero, incluyente, diverso y pacífico que requerimos y mandata nuestra actual Constitución Política y el Estado Social de Derecho que esta integra.